Por Juan Cassinelli
Luis Felipe Lenin Burgos Cortez, ese moreno carismático, sonriente, inteligente, hábil, superartístico, leal, tan lleno de humor y sensible al dolor de los demás, ese negrito lindo con el que hemos compartido tantas experiencias en el colegio y que yo , más que muchos de ustedes, tuve oportunidad de conocer con la profundidad de quien camina a su lado por la orilla del mar cantando canciones de Air Supply y repasando otros temas de los ochentas que su padre y el gastaban decenas de soles en discos de 33 revoluciones para su restaurant , aquel recordado Naylamp, ese felipe que conocen en la Universidad Católica por su perseverancia, ese hombre que ama con tanto denodadado amor el angel que es su mujer, Lily, la única que podria comprender los vaivenes de sus incertidumbres y sus cuestiones inconclusas, ese Lenin que se ganó el corazón de los compañeros de salón que lo acompañaron estos años en los juegos de salón interminables en su casa, compartiendo una que otra copa de vino, ese Lenin precioso que ayer pude abrazar y cuando le hable fuerte abrio sus ojitos y me asintio su cabeza y me estiro la mano porque el trombo que tiene en el lobulo occipitoparietal no le permite mayor fluidez, ese Lenin hermoso que nos ha alegrado la vida con su sonrisa pícara e ironica, ese Lenin se nos está yendo, amigos, sigue luchando contra ese enemigo cruel que es el cáncer, pero ahora más que nunca necesita de nuestro tiempo y nuestra dedicación, solo un día, por favor, no es nada personal...
Mañana fijaremos fecha con Juan Vargas, la asociacion ya nos dio carta libre para la fecha, que tiene que ser la primera semana de abril.
oremos amigos, oremos mucho
lenin sigue luchando
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