"El profesor es un profesional experto en una disciplina, entrenado para transmitirla con métodos y procedimientos adecuados; su ámbito es la inteligencia; contribuye a formar una personalidad y un ego a los futuros ciudadanos; sirve a los intereses del sistema en que vive; si cumple con sus obligaciones, merecerá reconocimiento...Un Maestro sólo sabe que no sabe; sabio ignorante, ofrece lo que nadie le enseñó; vierte palabras siempre sinceras; ejemplo de autenticidad y coherencia en cualquier circunstancia y lugar, actúa sin depender de las opiniones ajenas; su ámbito es la conciencia; debe destruir la personalidad y el ego de su discípulo para que surja el Ser; rebelde, alienta la disconformidad y el rechazo a la hipocresía de la sociedad; ama, por sobre todas las cosas, la libertad y la verdad; su mejor logro consiste en recordarnos que vivimos siempre con una careta prestada por la sociedad, adecuada al molde de sus intereses y que mientras la llevemos puesta nunca seremos plenos ni felices; la sociedad lo considera herético y peligroso, incomoda a los políticos y a los sacerdotes; trabaja contra el orden establecido y, por eso, se convierte en un proscrito o en un paria...".
(Tomado del cuento "El homenaje", del libro "En casa de Maya" de Jorge Chávéz Peralta. Trujillo, 2010).